Hemos romantizado tanto los celos y la idea de que cuando tienes una relación esa persona se vuelve “tuyo/a”, que muchas veces ya no percibimos que las palabras y actitudes tienen un camino hacía lo insano y lo vemos como normal. A menudo estas relaciones comienzan a manifestarse a través de frases que parecen inofensivas pero tienen mucho peso, la manipulación, posesión, limitaciones, control, etc. Y ya no son capaces de reconocer que estas frases y actitudes no están bien ya que es algo que se vuelve común.
Las relaciones tóxicas pueden darse de una relación amorosa así como de amistad, de trabajo e incluso hasta con la propia familia, queremos aclarar que nuestra familia puede ser tóxica. Estas son relaciones donde una o ambas partes sufren un desgaste emocional ya que tratan de convencerse que pueden salvar la relación, pero son incapaces de impedir hacerse daño a ellos mismos, esto afecta la salud mental de cada uno.
¿Cómo se ve una relación tóxica?
Podemos reconocer una relación tóxica con algunas de estas frases:
Si no me ocultas nada y existe confianza entre nosotros, dame tus contraseñas.
¿Por qué no me contestas si estás en línea?
¿Por qué tienes amigo/as?
Yo no soy celoso/a tú me das motivos.
Yo no desconfío de ti, desconfío de los hombres/mujeres porque los conozco.
Pon una foto nuestra en tu perfil.
Nadie te va a querer como yo.
Yo soy suficiente para ti.
¿Por qué te arreglas tanto para salir?
No salgas, lleva a tus amigo/as tu casa mejor.
¿Por qué sales? ¿A dónde vas?
Mándame tu ubicación cuando llegues.
Eres todo lo que tengo.
No soy nada sin ti.
Salir de una relación tóxica es posible, pero debemos tener claro que no será fácil requiere de valentía, debes perder el miedo a estar solo y com primer paso debes reconocer en la situación en la que te encuentras, debes reaccionar porque no pasa nada si nos damos cuenta y no hacemos nada. Date la oportunidad de ser feliz, libérate y trabaja en tu autoestima.
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