Muchas veces en nuestro diario vivir nos enfrentamos con el dilema de quiénes somos realmente, porque si bien se ha dicho, hemos construido parte de nuestra percepción gracias a fragmentos de libros que hemos leído, las canciones que escuchamos, lo que vemos, lo que hemos aprendido en la escuela, en casa, incluso en nuestra soledad, dentro de nosotros sabemos que hay algo más, que no solo es eso, bajo las etiquetas impuestas se esconde nuestro verdadero yo. Y es importante examinar lo que hemos formado, podemos creer que somos algo, pero no es nada cercano a lo que en realidad se esconde bajo nuestra piel. Especialmente si la imagen que tenemos de nosotros mismos es errada y destructiva. Es por eso que este artículo va enfocado a como salvar y mejorar el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos.
Se recomienda según el libro Enamórate de ti de Walter Riso a realizar lo siguiente:
Sé más flexible contigo y con los demás: si te enfocas en ser perfeccionista no sabrás que hacer con la vida porque ella misma no es así, no te centres en solo una norma para regirte ya que elegir el camino que quieres tomar muchas veces se verá afectado por cosas que se escapan de nuestro control. Es por eso que debes formar en ti la capacidad de aceptar el cambio, incluso salir de tu zona de confort, saber que el concepto que tienes de ti puede ir variando y adaptando cosas distintas, detente y piensa siempre si lo que dices o crees de ti es cierto, ya que muchas veces creemos que nuestro comportamiento determina eso y no es así, escucha que es lo que las personas perciben de ti y cuestiona dichas opiniones de manera crítica y constructivamente, no dejes que las etiquetas te dicten una manera específica de ser.
Revisa tus metas y las posibilidades reales para alcanzarlas : Concéntrate en el ahora, elige metas tanto a corto, como a mediano y largo plazo, ya que al transcurrir el tiempo esto ayudará a motivarte y asegurarte del potencial que tienes. De igual forma la seguridad y confianza irán en aumento porque las metas impuestas serán realistas y no escaparan de tu capacidad de cumplirlas.
No observes en ti solo lo malo: ya deja de auto sabotearte y hundirte en una actitud de víctima y despreciarte, debes aprender a convivir con tus defectos, con lo que no te gusta y te cuesta aceptar de ti, las actitudes, los hábitos y la forma de pensar es algo en lo que podemos trabajar constantemente si lo hacemos con fuerza de voluntad, querer es poder, eso no quiere decir que de la noche a la mañana despertaremos siendo mejores, es un proceso continuo, no te fuerces, habrán muchas caídas, días malos, pero no te estanques, piensa en soluciones, anótalas, investiga, nútrete hasta que te vuelvas a levantar y cambies poco a poco. La perfección no existe, de igual manera debes observar lo bueno que existe en ti, porque siempre habrá algo distinto y especial que podamos brindarnos a nosotros mismos y a los demás.
No pienses mal de ti: la manera en la que nos hemos comportado no da lugar a que seamos de esta forma, simplemente han sido actitudes, es por ello que no debes guiarte en cuanto a la imagen de ti en esos actos, piensa en los errores pero también en las formas de reparar o pensar que debes adaptar para romper con esas malas etiquetas. No te insultes ni te faltes el respeto. Busca calificativos más constructivos y respetuosos respecto de tu persona. Los humanos aprendemos por ensayo y error.
Quiérete la mayor cantidad de tiempo posible: quiérete a pesar que ese día te hayas levantado de mal humor, con el cabello alborotado o con granos, aunque llueva y haga frío, puedes llegar a no soportarte por unas horas pero eso no debe permitir por nada del mundo que tu autoestima se vea afectada, porque es parte de ser humano, acéptate y no dejes que emociones momentáneas interrumpan y arruinen la imagen de ti y tu valor.
Trata de acercar tu yo ideal a tu yo real : lleva un registro sobre tus autoevaluaciones negativas, positivas y detecta cuales son justas, moderadas y objetivas y cuales no, puedes construir un plan para visualizar tu meta, tu yo ideal y lo que harás para convertirte en el, sin exigirte de más, ni cayendo en la comparación con otras personas, todos somos diferentes, aspiramos a cosas distintas.
Aprende a perder: este punto es uno de los más importantes ya que cuando algo no nos funciona, optamos por rendirnos y abandonar lo que hemos construido, pero no tiene porque ser así, más bien nos permite reconocer lo que estuvo mal, lo que si estuvo bien, y en base a esto poder empezar de nuevo, poco a poco nos iremos moldeando a lo que deseamos ser, y esto se logra experimentando y detectando los errores. No tengas miedo a fallar, solo así se consigue el éxito, solo así aprendemos.
Visualizado todo esto cabe resaltar que la imagen que construyamos debe llenarnos a nosotros, no para impresionar, ni para presumir, debe ir enfocada en lo que nos hace bien, una demostración de nuestra esencia. Un enfoque en pro de que todo puede ir mal alrededor pero si estamos cimentados correctamente será difícil que cualquier situación nos provoque dudas de nuestra capacidad y seremos más saludables mentalmente y emocionalmente.
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